por el Lic.
Andrés Moltedo Perfetti
1940-1949:
La segunda guerra mundial fue un evento que trascendió
a todos los ámbitos de la vida norteamericana y mundial. El cine, ciertamente,
no estuvo ajeno a la influencia de los eventos históricos. El hombre debía ser
un héroe con las armas y en la vida, y las mujeres debían ser fuertes para apoyar
a sus hombres en las cosas que ellos debían hacer.
Se produce un resurgimiento de los modelos femeninos
anteriores a 1933, por un lado la mujer buena e inocente, por otro las vampiresas
o las diosas.
Como los hombres debían irse por años a la guerra,
dejando atrás esposas, novias, el tema de la infidelidad se torna como eje central
de muchas de las películas de esta época.
En 1940 apareció "Historia
de Filadelfia",
en donde el padre de Katharine Hepburn ha tenido un desliz con una bailarina,
y pone de manifiesto la existencia de una doble moral para hombres y mujeres,
cuando dice, al ser enfrentado por la hija: "tu
madre es sabia, comprende las cosas… …las esposas no se dan cuenta
que los líos de sus esposos no tienen que ver con ellas".
La segunda
versión de "Sangre y arena"
(1941), plasma el resurgir de la eterna contienda: inocencia versus vampirismo.
Por una parte está Linda Darnell ("Carmen
Espinoza"), cariñosa, tímida y religiosa, mujer enamorada de Juan desde
la infancia y cuando éste era un desconocido. Por otra parte está Rita Hayworth
("Doña Sol"), una mujer
muy sensual y desinhibida, progresista y voluble, que decide conquistar y dominar
a Juan, el más valiente y mejor torero de España (el más macho), cosa que realiza
inescrupulosamente, a pesar de que sabe que se trata de un hombre casado.
La imagen de la mujer debe de estar en uno de los puntos más bajos de la historia del cine cuando la madre de Juan le pregunta a Carmen (su nuera) a quién le reza cuando él está en el ruedo y Carmen le responde que a la Virgen. Entonces la madre sentencia: "La virgen no es más que una mujer… y las mujeres pueden hacer tan poco, ahora le rezo a un Dios hombre… Jesús".
Rita Hayworth continuó con su fama de femme
fatal en "Gilda" (1946),
con Glenn Ford, en donde eran un par de ex amantes que se encontraban cuando
Johnny Farrell (Ford) es contratado por el propietario de un cabaret y actual
esposo de Gilda.
Al fallecimiento del marido, Johnny se casa con
Gilda, pero para mal de ella, él no consuma el matrimonio y rehusa a hacerlo
como manera de castigarla y vengarse por todo lo que le fue infiel a su marido
fallecido. Además, toma toda una serie de medidas gangsteriles para asegurarse
que no le sea infiel con ningún hombre por más que lo intente. Al carecer de
una contraparte femenina más sumisa, Gilda debe ser domada.
Aclamada como la mejor película del siglo, "Casablanca"
(1942), nos muestra a Bogart en su papel más conocido, "Rick" el apátrida dueño de un bar en Casablanca en los
inicios de la segunda guerra mundial, en donde se reencuentra con Ilsa, un antiguo
amor.
Rick, de acuerdo con el prefecto Renault "es
la clase de hombre que si yo fuera mujer y lo conociera, me enamoraría".
1950-1959:
En esta década la pareja emprende
su huida de las grandes ciudades hacia los suburbios y el
campo en búsqueda de una vida más apacible (como Cary Grant
construyendo junto a Mirna Loy su "casa de los sueños").
Los roles masculinos estereotipados se baten en franca retirada
a favor de personajes más reales y humanos. Poco a poco los
galanes rudos comienzan a extinguirse a favor de protagonistas
estéticamente más bellos (Tony Curtis, Gregory Peck), salvo
la excepción de galanes hermosos pero peligrosos y salvajes,
en donde es el peligro el que las atrae (James Dean, Marlon
Brando).
En cuanto al rol del ser mujer,
en esta década se presenta una fuerte dicotomía entre la atracción
erótica por diosas del amor más grandes por un lado y más
pequeñas que las reales por el otro. Las amazonas y las infantiles
respectivamente.
En el primer caso, las más grandes
y representativas de todas las amazonas fueron Sofía Loren
y Marilyn
Monroe (quien filmó en esta década 23 películas).
Se trataba de mujeres exuberantes, sensuales, y seductoras
corporalmente, a quienes presentaban como muy inocentes e
ingenuas mentalmente.
Por otra parte, lo contrario
también era verdad, una nueva y exótica atracción
existía en la figura aniñada, la diosa del amor más pequeña
que las reales. Caroll Baker en "Baby Doll" (1956),
Hayley Mills en "Tiger bay", Tuesday Weld, Susan
Strassberg, y las más exitosa de todas: Audrey Herpburn. Se
trataba de niñas o mujeres muy jóvenes de cuerpos delgados,
algunas casi anoréxicas que habían tenido un desarrollo precoz
de sus atractivos físicos, pero seguían siendo niñas.
De estos dos modelos femeninos
tan opuestos, surgen similitudes extraordinarias, que nos
muestran que el rol femenino está sexualizado en su inocencia.
Las mujeres atraían a los hombres, pero éstas desconocían,
o debían desconocer del poder que sus cuerpos les brindaban.
La belleza física exigida para las mujeres, el ideal de belleza femenino, es en el caso de las amazonas, el de mujeres voluptuosas y proporcionadas, bastante más rellenas que las actuales. Es así como en la célebre escena en donde Marilyn se detiene sobre la rejilla del metro y el viento provoca que su vestido se levante mostrando sus famosas piernas, sus muslos son bastante más voluminosos que los que se aprecian actualmente. El otro ideal de belleza, el de la niña con cuerpo de mujer era menos aceptado y publicitado socialmente debido a sus connotaciones pedofílicas.
1960-1969:
En esta época, se habla más abiertamente de la sexualidad que lo que se había hecho hasta el momento. Así como en otros años, habían sido las escenas de tinas o las de lencerías, la combinación de belleza, violencia, sexo y desnudez es la fórmula de los años sesenta. Sin embargo, existe en la mayoría de los casos un fuerte contraste entre lo que los estudios de Hollywood mostraban en sus películas con lo que realmente sucedía, la realidad de los hippies, las drogas, el rock y de las revueltas anti - guerra de Vietnam, no aparecen.
Por lo general, el argumento de las películas rondaba el conflicto triangular, en la mayoría de las películas era entre dos hombres (muchas veces novio versus suegro) por determinar qué era mejor para el futuro de una mujer. En las comedias románticas (más humorísticas y por lo tanto menos reales), el triángulo es fundamentalmente amoroso, donde dos hombres se disputan el amor de una mujer, y ésta tiene más poder de decisión que en los otros géneros, sin embargo, la potestad recae fundamentalmente en los varones, y son éstos los que finalmente deciden.
La mujer es por tanto una ficha
en el tablero de los varones, o el premio al que sepa desenvolverse
mejor y derrote al otro en el ámbito de que se trate. Presencia
la lucha de los machos como cualquier otra hembra de los mamíferos.
El modelo femenino de las grandes
mujeres curvilíneas, tipo amazonas, comienza a perder protagonismo
(sin embargo siempre han existido). Se mantiene el modelo
femenino de la niñita erotizada, quizás el mejor ejemplo histórico
está en la adaptación que Nabokov hizo de su propia novela,
para la dirección de un promisorio Kubrick: "Lolita"
(1962), con la lujuriosa actuación de Sue Lyon.
Una película un tanto diferente
de las incestuosas "Lolita" y de "Baby doll"
es "El graduado" (1967), en donde es un varón, "Ben"
(Dustin Hoffman), el que es objeto de los acosos lujuriantes
de una mujer adulta. Otra diferencia está dada por el hecho
de que Ben, si bien podría ser el hijo de la Señora Robinson
(Anne Bancroft), apenas es mayor de edad, pero lo es.
Si bien en el caso de "Lolita"
y "Baby doll" las protagonistas son niñas, y las
actitudes y comportamientos de los varones son reprochados
socialmente como pedofílicos o perversos, son de alguna manera
comprendidos (especialmente por los hombres) debido a la actitud
sexualizada y provocadora de las niñas. Mientras que en "El
Graduado", a pesar de que Ben es mayor de edad, la actuación
de la Señora Robinson es más cuestionada, ya que en todo momento
demuestra una intención netamente sexual y se trata de una
mujer casada.
Paradigma de la pareja ideal de las comedias románticas de los sesenta fue la que constituyeron Rock Hudson y Doris Day, quienes constituyeron una vuelta a las clásicas parejas del cine (como Hepburn y Tracy, o Bogart y Bacall), filmaron juntos "Problemas de alcoba", "Vuelve amor mío" y "No me mandes flores". Todas muy similares entre sí, comedias románticas livianas en donde siempre ocurrían una serie de enredos y malos entendidos. Los roles de ellos se encontraban absolutamente estereotipados. Él era varonil, conquistador y experimentado. Ella era inocente, femenina y típicamente norteamericana. Ella lo atraía inicialmente con su belleza, él caía ante sus atributos y pretendía conquistarla, ella se negaba y resistía, pero terminaba cediendo y caía rendida ante él.
El ideal romántico, de cómo debían ser las relaciones y el verdadero amor, se mantiene sin cambios desde "Lo que el viento se llevó" hasta el "Doctor Zhivago" (1965), donde se narran las desventuras de del romance entre Yuri Zhivago y Lara.
Hasta este momento, el rol masculino
estaba centrado casi exclusivamente en la heterosexualidad.
De manera que a muchos varones les era posible expresar sus
sentimientos por amigos o compañeros caídos, se les podía
abrazar e incluso besar el cadáver, como también podían expresamente
hablar de amistades significativas (como en "Casablanca")
y la situación no era cuestionada. Cuando se hacía referencia
a la homosexualidad, era mostrada como una suerte de debilidad
del carácter varonil, como se muestra por ejemplo en "El
estrangulador de Boston" (1961). Es en "Consejos
y consentimientos" una de las primeras ocasiones en que
se muestran a los homosexuales
de manera organizada. Cabe destacar, que en "Problemas
de alcoba" ("Pillow talk"), Rock Hudson tuvo
que representar en un par de escenas a un homosexual y lo hizo no a su manera propia y masculina de homosexual,
sino que representó a la estereotipada loca.
Los homosexuales en la pantalla,
al ser vistos como pecadores, enfermos, u hombres débiles,
debían vivir escondidos, infelices, desesperados, y debían
pagar sus faltas en el último rollo de cinta: o se suicidaban
o morían.
ENLACES/FUENTES:
http://www.sexovida.com/arte/cineysexo2.htm
http://reliquiasysouvenirs.blogspot.com.ar/2013/02/queens-of-peekaboo-look.html
http://www.sexovida.com/arte/cineysexo3.htm
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